Olvidamos que ciertas tradiciones, músicas, bailes, etc. son tales porque representan una manera de vivir y entender la vida; no porque se desarrollen como actividades que puedan atender a fines artísticos deben considerarse como ajenas al común de las personas. Quizá eso responda a que el buen vivir -y me refiero a vivir una vida integral- es un arte.
Pues nada, quiero compartir con ustedes una iniciativa que se ha venido gestando desde el año pasado al rededor de unos guaros y la cultura larense: El guaraleo. Se trata de un grupo, no de características artísticas, o de un grupo musical amateur, sino de unos guaros que viven su cultura y su musicalidad como expresión de lo más genuinamente humano. Es un grupo para vivir lo que se es más allá de lo que se debe ser y allende a las exigencias de la vida contemporánea. No es un grupo de música tradicional, ni un grupo tradicional de música, es un grupo de guaros, guaros en jaleo.
Aquí les transcribo la presentación del grupo elaborada por su coordinadora: María Magdalena Colmensares.
El Guaraleo es una agrupación musical de larenses o -mejor dicho- de guaros, que vivimos en Caracas y que decidimos reunirnos todos los miércoles, por el mero placer de cantar la música de nuestra tradición… por el deseo de cantar bien esos golpes, sones, merengues y valses de nuestra tierra que hemos cantado desde niños. Por esos nos llamamos “Guaraleo, guaros en jaleo”.
Comenzamos a ensayar en noviembre de 2009 motivados por el deseo de ofrendarle a la Divina Pastora una serenata bien cantada. Los larenses desde hace 8 años, en el mes de enero, le ofrecemos a nuestra patrona una misa-serenata en la iglesia de Cumbres de Curumo.
Dios nos dio la gracia del gentilicio larense, y honramos esa condición ejerciendo nuestra musicalidad, con gracia y con gusto, que también Dios nos las dio. Van de la mano lo divino y lo humano, la devoción y el gozo, la responsabilidad y el jaleo. Porque, como canta “La Niña Heriberta”, yo soy pájaro de cuenta cuando la gana mes da y cuando no mes da la gana, no soy pájaro ni naá. Pero a nosotros ganas es lo que nos sobra, lo que más le ponemos es el deseo, la alegría de pertenecer a esa tierra, a esa gente
La condición para pertenecer al grupo es “ser caimán del mismo pozo para poder cantar sabroso” (como dice “La Barquilla”), es decir, ser larense y disfrutar del canto entre amigos. Hoy somos más de 20 que ensayamos con regularidad. Varios integrantes son de la familia Anzola, Perera, Colmenares y Gimenez, son tocuyanos, caroreños, duaqueños o barquisimetanos.
El repertorio lo integra una selección de golpes y valses larenses tradicionales tales como EL GAVILAN, ENSOÑACION, PENUMBRA, EL CARDENAL,EL SAPO,MONTILLA,LA BARQUILLA, entre otros.
Somos unos guaros que cantamos lo que aprendimos de pequeños en el seno de nuestras familia y que queremos compartir este regalo de la musicalidad con nuestros amigos y paisanos.
María Magdalena Colmenares
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